lunes, 30 de marzo de 2015

La corrección del error en la enseñanza de EL/E

Como profesores de lenguas extranjeras, es nuestro deber aprender a controlar el impulso de corregir sistemáticamente el error –sea cual sea su gravedad o tipología–, ya que esta práctica puede tener efectos contraproducentes en el aprendizaje del estudiante y en su proceso de asimilación de la lengua. Nuestro deber sería, por el contrario, aprender a identificar la naturaleza del error y optimizar nuestra licencia correctiva para fomentar en el estudiante una reflexión que le permita asimilar el error y corregirlo en la medida de sus posibilidades. Aquí entran en juego dos factores que convergen en la figura del estudiante: por una parte, su grado de conocimiento y manejo de la lengua; por otra, su grado de madurez lingüística (capacidad de asimilar contenidos y descubrir otros nuevos a partir de los que ya se conocen).
Reconozco que no tengo experiencia en la identificación y corrección de errores según el Plan Curricular del Instituto Cervantes y el Marco Común Europeo de Referencia. Como principiante en el mundo de la enseñanza, he promovido la auto-corrección del estudiante. Cuando esto último no ha sido posible, me he limitado a corregir errores basándome en el sentido común que he desarrollado a lo largo de mi experiencia como estudiante de diferentes lenguas extranjeras y ponderando aspectos como la adecuación del error al nivel del estudiante o su procedencia geográfica y la posible interferencia de su lengua con el español.
A continuación, propongo un modelo de corrección ideal del texto (nivel C2 del MCER). No se trata, en ningún caso, de la corrección que haría a un estudiante de nivel A2.
Yo ahora estudio en un colegio y dentro de dos años debo elegir qué estudios cursar en el futuro.
No tengo las ideas muy claras, pero creo que me gustaría ser periodista, porque me encanta escribir y se me da bastante bien inventar artículos para el periódico del colegio. Me interesaría escribir artículos de crítica sobre arte, teatro, cine, fotografía, moda o literatura, y de crónica también. Preferiría no tratar la política: ¡es muy aburrida! Me gustaría mucho incluir en mis artículos fotografías que yo misma hago: ¡hacer fotos es mi pasión!
No me importaría ser abogada, pero en Italia hay muchísimas personas que ejercen esta profesión y no hay mucha justicia…
Sin lugar a dudas, no sería una buena profesora porque no tengo mucha paciencia con los chicos. La voz de los niños me pone nerviosa y me molesta.
A continuación, la corrección que haría al estudiante: en primer lugar, optaría por una «señalación de errores» y dejaría que el alumno reflexionase sobre ellos y los corrigiera posteriormente recurriendo al material del que dispone y a su madurez lingüística; en segundo lugar, distinguiría entre errores ortográfico-morfosintácticos (azul), errores léxicos (verde) y errores semánticos (naranja); en tercer lugar, le daría una serie de recomendaciones para mejorar el aspecto general de su redacción, pero en ningún caso se las marcaría como errores.
Yo ahora estudio en un colegio y entre dos años debo elegir cuales estudios seguir para mi futuro1.
No tengo las ideas tan2 claras, pero creo (omisión) me gustaria ser (una) periodista, porque amo escribir y soy bastante buena a inventar articulos para el periodico escolar. Me interesaria escribir articulos de critica sobre arte, el3 teatro, (el) cine, (la) fotografia, (la) moda o (la) literatura, y de cronica también. Prefereria no tratar de política: (omisión)es muy aburrida! Me gustaria mucho agregar4 a mis articulos fotografias que yo misma hago: (omisión)fotografiar5 es mi pasion!
No me molestaria ser (un) abogado, pero en Italia hay muchisimas personas que hacen esto profesion y no hay mucha justicia…
Con seguridad no saria (omisión) buena (como) profesora porque yo no tengo mucha paciencia con (omisión) chicos. La voz de los niños me vuelve nerviosa y me fastidia6.
(1)Podría tratarse de un caso de interferencia lingüística (quali studi scegliere per il mio futuro), por lo que propondría al alumno una solución que soñara más idiomática, como, por ejemplo, «[…] qué estudios son mejores para mi futuro».
(2)Podría tratarse de un caso de interferencia (Non ho le idee tanto chiare), por lo que invitaría al alumno a usar el adverbio «muy».
(3)Aconsejaría al alumno que omitiera los artículos por un simple hecho de idiomaticidad.
(4)Propondría al estudiante otras opciones más idiomáticas como «añadir, incluir en».
(5)Le recomendaría que utilizara una forma más idiomática, como «hacer fotos».
(6)Se trata de un claro ejemplo de interferencia lingüística (mi dà fastidio, mi infastidisce). En español, «fastidiar» se usa a menudo en un contexto coloquial, por lo que sugeriría al estudiante otras fórmulas más cercanas al uso estándar de la lengua como «me molesta».
Como se puede observar, la mayoría de los errores son de tipo morfosintáctico y semántico; y en la mayoría de ellos se pueden identificar claros ejemplos de interferencia lingüística, que, en mi opinión, constituye uno de los aspectos que hay que intentar subsanar desde el principio. Al alumno le pediría que intentara corregir los errores señalados prestando especial atención a aspectos como el uso del artículo delante de los sustantivos de profesión, el uso de los determinantes demostrativos o la conjugación de la primera persona del singular del condicional. Por último, le felicitaría por el trabajo que ha hecho y le recomendaría que siguiera mis indicaciones para optimizar los resultados de lo aprendido en este ejercicio.

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