lunes, 30 de marzo de 2015

La literatura en la clase de EL/E

Como bien nos demostró María, la literatura nos ofrece una fuente inagotable de recursos que podemos explotar en nuestras clases de lengua. Si aprendemos a utilizar bien estos recursos, el éxito del aprendizaje está garantizado.
En esta actividad trataré el tema del sentimiento de la enemistad, ya que nuestra literatura es rica de polémicas literarias entre poetas y escritores: algunas las conocemos todos; otras son menos notorias.
La actividad irá dirigida a un grupo de estudiantes de español de nivel avanzado, por lo que el tema de la enemistad no debería revestir ninguna problemática y sería ideal para despertar su interés y fomentar la participación. La controversia que les mostraré es la que protagonizaron Quevedo y Góngora mediante el intercambio de sonetos alusivos.
A continuación, el soneto que Quevedo dedicó a Góngora para burlarse de su nariz junto a una foto de éste último, fundamental para facilitar la compresión del poema:
A una nariz
Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;
Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;
Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.
Antes de pedir a los alumnos que lean el soneto, les explicaría brevemente quiénes son Quevedo y Góngora –en caso de que no los conozcan ya– (corriente a la que pertenecen, contexto histórico, estilo y temática, etc.) y les pediría que investigasen acerca de los motivos que los llevó a enemistarse. A continuación, pediría voluntariamente a cuatro alumnos que leyeran una estrofa diferente cada uno. Tras la lectura, fomentaría un debate en el que invitaría a los alumnos a discutir sobre el grado de correspondencia entre la descripción de Quevedo y la fotografía de Góngora que observan. Asimismo, les pediría que intentasen justificar las elecciones léxicas de Quevedo y deducir contextualmente el significado de las palabras que desconocen. Por otra parte, les pediría que reflexionasen sobre la composición del poema (división por estrofas, tipo de verso, rima, etc.) y que investigasen sobre este tipo de composición poética (nombre, origen, breve historia y principales autores en Italia y en España). Por último, como actividad para casa, les pediría que se documentasen sobre otras polémicas literarias de la literatura española o italiana y que realizaran una breve presentación delante de sus compañeros en la próxima clase.
El objetivo de la actividad no es que los alumnos interioricen el léxico –se trata de un léxico en muchos casos obsoleto– o que entiendan a la perfección el contenido del soneto, sino que capten su sentido general y que sean conscientes del poder comunicativo que tenía ya la literatura en el contexto histórico que vivieron estos poetas, en el que no existían ni teléfonos, ni redes sociales ni Internet. 

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